lunes, 18 de agosto de 2008
La Democracia y el Pp de Alpedrete
Si nos atenemos a la puridad del término, democracia, lo que se dice democracia, no hay en ningún ámbito político de las sociedades occidentales, precisamente las que se reclaman como democráticas. Si la democracia (δημοκρατία) procede de los vocablos "demos" ( δημος) , que puede traducirse como «pueblo», y "kratós" ( κρατω ) , que puede traducirse como poder o gobierno, etimológicamente estaríamos hablando de gobierno del pueblo, algo que en la práctica no ocurre prácticamente nunca. De hecho, cuando votamos en las elecciones municipales, autónomicas, generales o europeas, lo que hacemos, al menos en las tres primeras, es elegir a concejales, diputados autonómicos o diputados nacionales, para que ellos elijan al que, ese sí, va a ejercer el poder en el ámbito correspondiente, bien como Alcalde, Presidente de Comunidad Autónoma o Presidente del Gobierno, e incluso hay quien considera conveniente que en un futuro sea el Parlamento Europeo quien elija a quien a de ejercer el poder ejecutivo dentro de la UE. Ahora bien si este sistema no es etimológicamente democrático, no cabe duda de que desde el punto de vista práctico todos lo consideramos como tal si bien para ello tiene que cumplir unas determinadas condiciones, y una de esas condiciones, quizás la más importante, es la necesidad de que la oposición fiscalice, vigile y controle el trabajo del ejecutivo, contando con toda clase de medios a su disposición y eso el PP de Alpedrete no puede admitirlo, es superior a sus fuerzas, quizás porque su pedigrí democrático es escaso. A la alcaldesa, y a Tomás Carrión, que lo expresa cada vez puede, y en general a todo el equipo de gobierno, les encantaría que según sus propias palabras, les dejaramos trabajar, que no aparecieramos por el Ayuntamiento, no revisaramos los papeles para que no les pillaramos en algún renuncio que han tenido que solucionar deprisa y corriendo. Al fin y al cabo, argumentan, ellos tienen mayoría absoluta, y no vamos a entrar ahora en el hecho incuestionable de que la tienen gracias a la ley D'Hont y no a la voluntad expresada por los vecinos, y pueden, les gustaría, hacer mangas y capirotes. El portavoz, Tomás Carrión ha llegado a manifestar su opinión de que los plenos no sirven para nada, su modus operandi ideal consistiría en que los concejales de la oposición no hicieramos nada, ni bueno ni malo, durante estos cuatro años. En esta absoluta falta de respeto por los usos y costumbres que hemos, entre todos incluido el Pp con la triste excepción de los populares de Alpedrete, dado en llamar democráticos hay que enmarcar el trato que recibe la oposición en Alpedrete, privada de toda clase de medios, lo último el desalojo del minúsculo local que ocupaban conjuntamente los tres grupos municipales. No podemos saber lo que piensan interiormente los concejales del grupo municipal popular porque casi nunca abren la boca, y en los plenos jamás, aunque una concejala, haciendo gala de una ignorancia supina haya afirmado que nos habíamos portado mal al poner un cartel con la bandera republicana demostrando ser intolerantes , pero si podemos afirmar y afirmamos que los comportamientos del Pp de Alpedrete son ajenos a los usos democráticos consuetudinariamente establecidos. Puede que haya alguien que ese comportamiento lo considere fascista. Nosotros nos limitamos a exponer los hechos, cada cual es muy libre de pensar lo que quiera.
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